Uno de los temas que más puede preocupar dentro del mundo de los seguros son las estafas en las compañías aseguradoras. Pero estas estafas no son solamente por parte de los asegurados, hay veces que también existen fraudes en las pólizas por las propias compañías aseguradoras, es decir, el fraude puede ser ejecutado tanto por una falsa aseguradora como por un falso asegurado.
Las cantidades que se mueven dentro de las estafas son sorprendentes, sobre todo en materia de pólizas de hogar y de automóviles o motocicletas. Este tipo de pólizas son las que generan un mayor incumplimiento y reclamaciones fraudulentas.
Actualmente, hay países como por ejemplo Colombia, donde se estima que siete de cada diez reclamaciones que reciben las compañías de seguros por daños en vehículos, tienen algún indicio de fraude.
Aunque en nuestro país estimamos que esta proporción es muy inferior, ya que los peritos hacen una gran labor detectando dónde se producen los fraudes y tomando medidas para ello.
Pero, ¿qué entendemos por fraude a una compañía aseguradora? Cualquier acción cuya finalidad sea obtener ilegítimamente un beneficio que no le corresponde fingiendo haber sufrido un daño o lesión inexistente y que lógicamente afecta al costo directo de las primas.
No olvidemos que los casos de fraudes en seguros pueden se ejecutados por los propios asegurados, por médicos al emitir ciertas valoraciones o diagnósticos que no se ajustan a la realidad , abogados, etc.. es decir , se extiende a todas aquellas personas que puedan participar de forma directa o indirecta en la comisión de hechos que constituyen un delito de estafa.
Hay veces que para llevar a cabo el cobro de un siniestro tienen que intervenir o participar varios profesionales o personas, y que en función de su participación en esta estafa a la compañía, podrán ser responsables en mayor o menor medida tanto penal como civilmente. Cada uno de ellos asumiendo sus responsabilidades que no solo pueden llegar a ser económicas, sino también de privación de libertad según el caso.
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Es evidente que para evitar los fraudes en los seguros, partimos además de la buena fe de todas las partes y del trato justo y equitativo entre asegurados y aseguradores, y de algo tan importante como es la calidad de la información que se intercambian entre ellos para que la protección sea segura al 100 × 100 y dejemos de lado la picaresca.
Así, para evitar fraudes por parte de las compañías aseguradoras debemos tener en cuenta una serie de hechos de relevancia:
- No debemos nunca firmar ningún documento en blanco de ningún tipo, pero sobre todo si está relacionado con futuras reclamaciones o denuncias de siniestros a los que renunciamos previamente a las posibles indemnizaciones.
- Asegurarnos de realizar pagos únicamente por los canales que sean oficiales y autorizados, sean directamente a la compañía mediante transferencias y domiciliaciones bancarias, y evitar en todo momento los abonos o pagos en metálico a terceros que digan recibir el importe de la prima al nombre de la aseguradora.
- En el caso de un siniestro debemos evitar alterar las circunstancias en las que se produce hasta que sea supervisado por un perito de la compañía, y si tenemos alguna duda respecto a su intervención, requerir a un perito de parte para que realice idéntico trabajo y podamos tener una valoración del mismo como segunda opinión en caso de discrepancias posteriores con la compañía.
- Debemos asegurarnos en el momento de la contratación que las coberturas contratadas son las que realmente necesitamos para evitar sorpresas en episodios o situaciones futuras en las que podamos sufrir un siniestro.
- Evitar facilitar los datos de la póliza, sus coberturas, sus condiciones, ya sean generales o particulares,a terceras personas que no tengan nada que ver con la compañía, o con el asegurado.
- En el caso que hablemos de una póliza de seguros de un vehículo debemos comunicar con carácter urgente a la compañía aseguradora si el mismo ha sido vendido o transmitido de alguna forma a una tercera persona con el fin de valorar las coberturas o modificaciones a la póliza existente.
- En caso de siniestro y de no estar conforme con las indemnizaciones que la compañía aseguradora pone a su disposición, debe optar por no firmar un finiquito definitivo, lo que si le permite aceptar cantidades a cuenta o reparaciones, y seguir reclamando la parte del siniestro que la compañía no haya querido atender. Esto se puede hacer por diferentes vías tanto judicial como extrajudicial.
Desde la Asociación de Afectados por Cláusulas Abusivas por las Compañías Aseguradoras (APACAS) nos ponemos a su disposición para asesorarle en cualquier situación que le pueda surgir, acompañándole en el proceso de reclamación así como poniéndole en manos de los mejores profesionales.
Autora del texto: Emilia Zaballos, Directora de Zaballos Abogados